viernes, 16 de abril de 2010
Casandra
En soledad, clavada de agonía,
vivo mientras la voz clama y augura,
por carecer, para mi desventura,
de credibilidad mi profecía.
Es mi palabra admonición sombría
de la amenaza trágica futura,
oída, no escuchada...Qué locura
tener a un sordomudo por vigía.
Oigo el grito de horror en cada canto,
detrás de la sonrisa veo el llanto,
y en la opulencia el fuego destructor.
¿A qué fin se me han dado estas visiones?
Soy la Sibila de las destrucciones,
considerada menos que un rumor.
Mannequin
Mannequin
No le presta atención al mundo para no gritar.
No mira para no llorar.
No toca para no sentir.
No ama para no sufrir.
Y en su remolino de emociones negadas ella nada. Precoz e infantil, se hunde cada vez más. Habla palabras, pero nunca pensamientos. Y a los sordos de corazón, les recita su sonrisa estampada en una plegaria. Cuando aprenda a dar el alma en un beso, a dominar sus manos y su libido, gritará hasta que se le acaben los pulmones. Llorará por todos los que nunca lo harán. Tocará y sentirá todo con lo que nunca quiso lidiar. Amará y sufrirá.
Es por eso que ella contiene la respiración y se deja llevar por el interminable remolino. En su líquido amniótico no tiene nada que perder. No tiene que dar explicaciones a nadie. No tiene necesidades. Nunca nada le afectara.
Pero se perderá de la sensación tan bien esculpida en la frente de todos. Tan sobrevalorada y desechada .
Se perderá de vivir.
Se perderá de vivir.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)