I'VE BEEN SLOWLY DYING OUT.
La gente que conozco, la gente que me conoce o que cree conocerme no deja de repetir que estoy enojada con la vida. No creo que la vida tenga la culpa de algo. Debemos ser nosotros, que estamos metidos en ella sin ningun consentimiento. O debo ser yo.
Intenté tan duro como pude. Odié y maldije, grité, me arranqué los pelos, fumé, tomé, quise desaparecer. Pero por alguna razón, cuando queres morir y no tenes el coraje de matarte, la vida no es tan condescendiente. Todas las maneras de autoagredirse tienen su limite y sabes que no esta nada bien. En verdad solo necesitas menguar.
Hay una tormenta detras de mis ojos ansiando por inchar mis cuencas. A ella se le escapa de las manos todo lo que supone responsabilidad. La tintura ya no cubre los mechones blancos y oh por dios todo lo que escribo no tiene sentido. Quisiera explicarme mejor pero estoy segura que no me entenderías.

Las personas nos comportamos tan extrañamente. Ese fue el pensamiento que rondo mi mente toda la mañana. Y toda la tarde. Me duele la cabeza un poco mas que ayer, creo que mi cerebro se esta pudriendo, o algo. Vivimos a las corridas y nos olvidamos de vivir. En este mundo depredador hay que aprender a comer carne. 
Empezaron los relámpagos. Fue como si repentinamente un martillo golpeara al mundo. El calor se disipo y el frió inundo todo. Pienso en las personas que no tienen con que abrigarse. Pienso en las personas que ansiaban la lluvia para sus plantaciones. Definitivamente el depredador nunca sera justo.