INSIDE MY BODY CRUMBLES.
capaz se hubiera dado la chance de pensar
que le correspondería algún día.
Encerrada en su torre de libros tan abismal, ella cayó.
La concentración, método infalible a la hora de escaparse de todos, falló.
La letra, tan bien incrustada en las hojas
se desequilibró y tomó vida propia.
Su fuerza de voluntad, renegada, no apareció.
Y el espíritu controlaba la materia,
y sus sentimientos expuestos a flor de piel
demandaban atención.
Ya sus suplicas al mañana para que no llegase iban menguando,
hasta el punto de ser un antiguo eco.
Nada podía detenerla.
Asique ella escribió. Escribió y escribió.
Se escribió explayada en versos, estrofas y párrafos.
Se escribió y doblegaba pasión y agonía,
felicidad y tristeza, amor y dolor.
Su imperfecta utopía perfectamente narrada.
Las manos empezaron a temblar.
La razón a irrazonar y el amor a lastimar.
Las neuronas chocaron y recordaron la alta torre
que se erguía imponente sobre ella.
Tan amada y odiada, rogándole por el sentir,
rogándole por no permitir más dolor.
Bien tendría que haberla derrumbado de un manotazo, más que rogarle.
Pero, ¿quién verá el expuesto corazón y no correrá?
Los pensamientos carcomen la piel, al igual que los órganos.
Complicado, profundo, y un relato genial en letras.
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