Caballeros. No se desesperen. También voy por ustedes. Y les aplico la misma advertencia. Aguanten sus erecciones hasta que yo les diga, pero después, cuando ustedes follen… y seguro que ustedes follarán.
Espero y cuento con ustedes y sabré si me han tenido en cuenta. Quiero que follen con mi imagen plasmada y adherida en sus gónadas. Sientan como fue para mí. ¡Como es para mí! Y piensen. ¿Fue éste el mismo placer que él sintió? ¿Conoció algo más profundo? ¿O hay ahí una pared de lujuria en la que todos incrustamos la cabeza en ese momento tan resplandeciente?
Eso es. Ese es mi prólogo. Nada con rima. Sin muestras de modestia. ¡No esperaban modestia! Eso creo. Soy John Wilmot. Segundo Conde de Rochester. Y no quiero gustarles.
Très bon,je vais voir le film.
ResponderEliminarJe t'aime beaucoup.