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martes, 17 de agosto de 2010
Eramos amigas. ¿Somos amigas?
Nunca pensé que dejaría que el deseo me alejara de tu lado
para tirarnos al piso y empañar el recuerdo de estos años.
Nos pone y nos encanta.
Pero ya no siento tu mirada cariñosa y sincera. Se convirtió en muecas placenteras en medio de la clase. En lenguas. En saliva.
Y sos tan bonita. Y sos tan nena como yo.
¡Siento que no te puedo ver como antes! Que la confianza se nos fue de las manos.
Tanto como para llegar a esto. ¿Estás necesitada? ¿Querés saber qué se siente pasar al otro lado?
No puedo contestar tus preguntas. Aunque no me puedo negar.
Mierda ! Ya no es lo mismo.
¿Donde quedó la amistad?
Se perdió en medio de tu cama y mi cuerpo rozando el tuyo. ¿Fue ahí no?
¿O fue cuando me rompiste la cabeza contra la pared de la cocina en medio de ese beso desbordado?
Tengo ganas de llorar
de joderte
de romperte la cabeza y que se te acomoden las ideas para ayudarme a parar este tren que no tiene frenos.
Me duelen los brazos y los pechos. Me arde el vientre y las piernas me flaquean.
Siempre termino escribiendo de sexo.
Pero esta vez sí puedo decir que me pasó.
Y que me arrepiento como nunca.
Y que va a volver a pasar.
Y que tengo ganas de matarme.
Esta vez si siento todo eso junto.
Porque no puedo ni siquiera pensar en estar sin tu amistad. Acabamos de imponernos el trauma que no nos va a dejar ser como siempre. Lo sé. -
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