Veamos las cosas desde otro ángulo, son sólo las ganas de controlar lo que escapa a uno y ella era imperativa en carencias sin saciar. Faltaban muchas cosas, sobraban tantas otras y muy lejos de quebrar adoptó la vacilación ante todo, el cuestionamiento de todo. Podes abarcar tanto con esos dos brazos extendidos en dirección contraria al sol. Y las dos lagunas grises que parecen colisionar cuando las observas fijo. Y esa sensación de que la piel te tira y corroe cerca de las articulaciones. ¿Es verdad que este mundo destruye todo lo puro, todo lo sano? ¿Nos dejamos curtir? ¿Nos da la miopía para mirar detrás de nuestros pasos y no dilucidar nada? Sos fiel, falso, amargo, dulce, salado. Sos arena en un frasco. Pero creemos en lo que vemos y tocamos. Ella vio y tocó todo lo que quiso. Nadie ni nada se le negó. Cuando creyó que sabía todas las artimañas que podría jugar en su contra, cuando sintió la necesidad de conquistar las palabras, cuando creyó que conocía al Tiempo, cometió la estupidez de decírselo.
domingo, 3 de julio de 2011
Cuando creyó que lo conocía, cometió la estupidez de decírselo.
Veamos las cosas desde otro ángulo, son sólo las ganas de controlar lo que escapa a uno y ella era imperativa en carencias sin saciar. Faltaban muchas cosas, sobraban tantas otras y muy lejos de quebrar adoptó la vacilación ante todo, el cuestionamiento de todo. Podes abarcar tanto con esos dos brazos extendidos en dirección contraria al sol. Y las dos lagunas grises que parecen colisionar cuando las observas fijo. Y esa sensación de que la piel te tira y corroe cerca de las articulaciones. ¿Es verdad que este mundo destruye todo lo puro, todo lo sano? ¿Nos dejamos curtir? ¿Nos da la miopía para mirar detrás de nuestros pasos y no dilucidar nada? Sos fiel, falso, amargo, dulce, salado. Sos arena en un frasco. Pero creemos en lo que vemos y tocamos. Ella vio y tocó todo lo que quiso. Nadie ni nada se le negó. Cuando creyó que sabía todas las artimañas que podría jugar en su contra, cuando sintió la necesidad de conquistar las palabras, cuando creyó que conocía al Tiempo, cometió la estupidez de decírselo.
Veamos las cosas desde otro ángulo, son sólo las ganas de controlar lo que escapa a uno y ella era imperativa en carencias sin saciar. Faltaban muchas cosas, sobraban tantas otras y muy lejos de quebrar adoptó la vacilación ante todo, el cuestionamiento de todo. Podes abarcar tanto con esos dos brazos extendidos en dirección contraria al sol. Y las dos lagunas grises que parecen colisionar cuando las observas fijo. Y esa sensación de que la piel te tira y corroe cerca de las articulaciones. ¿Es verdad que este mundo destruye todo lo puro, todo lo sano? ¿Nos dejamos curtir? ¿Nos da la miopía para mirar detrás de nuestros pasos y no dilucidar nada? Sos fiel, falso, amargo, dulce, salado. Sos arena en un frasco. Pero creemos en lo que vemos y tocamos. Ella vio y tocó todo lo que quiso. Nadie ni nada se le negó. Cuando creyó que sabía todas las artimañas que podría jugar en su contra, cuando sintió la necesidad de conquistar las palabras, cuando creyó que conocía al Tiempo, cometió la estupidez de decírselo.
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