miércoles, 28 de septiembre de 2011
Suficientemente buena como para llenar el vacío de tu pecho, deja caer las cadenas y la perdés de vista. O no la ataste lo necesario, o no la atajaste, de todas maneras vuelve. Vuelve porque la luz solar le hierve en la piel. Acostumbrados a la sombra de esas cuatro paredes desnudas, los descuidos eventualmente nacen. La confianza asoma y en cuanto se planta, las raíces crecen. Es así como uno se siente defraudado luego.
Y es que el amor es algo tan complicado. Vamos y venimos. queremos poseer y que nos posean. Queremos libertad pero no estamos dispuestos a entregarla a nadie. Necesitamos controlar, saber que nada se nos pasa de largo. Nos pintamos para la guerra y que sea lo que sea..
Pero duele. ¿No te duele?
Le lastima su forma de ser. Le lastima tu forma de ser y todo lo que ese morbo genera.
Podría ser algo mas trillado, como si se tratara de su sobrino, de su padre, de todos los hombres sin cara que de alguna manera condicionaron su vida. No tienen cara porque se presentan como sombras, borrosos.
Duermen dentro de ella, latentes. Listos para atacar.
Yo creo que ella no descansa combatiendo recuerdos.
Tendemos a alejarnos de las cosas que nos hacen bien, y es tan fácil encontrar las que nos destruyen. Más fácil aún aferrarse a ellas.
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Hace rato no entraba a tu blog. Me gusto entrar, y me gusto mucho mirar a un costado por que me gusto "la inteligencia de las flores". Y después tu blog, que seguís escribiendo, de forma interesante y copada, un beso.
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