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IT WAS A LIE WHEN THEY SMILED

AND SAID,

“YOU WON’T FEEL A THING”.





In this moment we can't close the lids on burning eyes. Our memories blanket us with friends we know like fallout vapors. Steel corpses stretch out towards an ending sun, scorched and black. It reaches in and tears your flesh apart, as ice cold hands rip into your heart... That's if you've still got one that's left inside that cave you call a chest.

And after seeing what we saw, can we still reclaim our innocence?
And if the world needs something better, let's give them one more reason now!





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martes, 13 de julio de 2010

It's raining all the time. I need you by my side
So I hit the floor, once again. 

No hay viento. Esta todo tan calmo que me preocupa. ¿Es que encontré paz, o estoy en el ojo del huracán, a punto de ser absorbida?
Hoy pasé por al lado de un extraño que tenía tus ojos. ¿O eras vos?
Empieza a llover. Y las cosas que antes generaban impotencia y lágrimas, ahora son solo una puntada de angustia en mi cejas, fruncidas, negadoras.
Sintiendo el agua recorrerlo todo. Sintiéndola salada y llena de cosas que no puedo pronunciar. Entonces duele cuando entra a las heridas. Lo salado rompe con la dulzura del tajo y lo molesta, obligándolo a cicatrizar de a poco. Pero no quiero curarme. No me quiero ver distinta. Esto es lo que me gusta. Esto es genial. Estar neutra en medio del huracán, de la tormenta, de las lágrimas. Poder sentirme en contacto con la nada, y mimetizarme, y que las arrugas y los nudos se vallan, se queden en la nada. Quedar parada en medio de la calle vacía, llena por el aguacero al chocar contra mi cara que posicionada hacia arriba espera por un rayo para que acabe con todo. Ya no miro su foto. Hombre maduro y vivaz, consumido por humo. Rota la promesa de aguantar. Roto el corazón de la beba. Rota por siempre la familia. Enfermedades rondan las calles, y si pretendo quedarme en ellas cuando la gente duerme, debería tomar recaudos. ¿Para qué darme sueños, si a tan corto rato me los sacás de un manotazo? ¿Para qué siquiera darme la vista, si es tan fríamente azulada como la tuya, haciéndome revivir los fantasmas que dejaste al irte? Asquerosamente rubia, asquerosamente blanca, asquerosamente igual a vos. Entonces me empiezo a romper la espalda al contar los pesos que cargo. Entonces es cuando te veo borroso y lleno  de rojo, lleno de humo. Entonces es cuando reconozco. Cuando me doy cuenta que sí, el huracán me empezó a arrastrar hacia arriba y arriba. No era sensación de paz. Eran las lágrimas que precedían a la catástrofe, regalándome océanos de recuerdos, mares de amores, ríos de denuncias.  Solo salir del estado mudo en el que vivo tu ausencia genera distorsiones. Fueron grandes marcas violacias en los párpados, nariz colorada, cachetes al rojo vivo. Ojos que languidecen. Mirada frustrada, sin entender, sin nunca ser entendida. Es por eso que me encanta la idea de ser Suiza. Ser nula en todo. Y no tener que soportar otra vez el peso del río en mi cara, ni lo que me genera esa descarga cada vez que te presentas en mis rezos. ¡Entonces tampoco rezo! Bueno, eso sería mentir. Como es que yo,  acá, esperando a que salga el sol después de tanto tiempo sin calor, en estado de nube sobre todo la cuidad, pido por vos. Contradecirme otra vez, no me importa. No van a alcanzar nunca las lágrimas para sanar el tajo. Y si hubieran suficientes, creo que preferiría seguir recordándote en todo lo que yo no puedo ser. En todo lo que nadie más me puede ofrecer. Recordándote como ese al que entre risas y llantos, le dije mi primera palabra. Aquel que se acuesta a mi lado todas las noches en sueños, y me canta. Aquel, dueño de mis ríos, mis océanos, mis mares. Aquel, al que le pertenezco, y aquel que nunca me perteneció.











¢rr.

¢rr.
gettarround,